jueves, 2 de julio de 2009

Nivel Supraorganizacional

Análisis a nivel Supra organizacional
Joseph Badaracco planteó la teoría de lo correcto vs lo correcto, la cual nos plantea un dilema en que ambas decisiones son igual de correctas; es decir, son situaciones en las que uno no sabe que decisión tomar sin poner a prueba de juicio los valores morales y éticos. Esta teoría se basa en la ética del sentido común.

En el caso de los documentos contables falsos de Parmalat se podría establecer la teoría de lo correcto vs lo correcto con una primera postura sobre declarar la falsedad de los documentos contables y la otra postura sobre falsificar los documentos contables para beneficiar financieramente a la empresa y, por ende, a sus directivos.

Estas dos posturas se pueden considerar ambas correctas desde el punto de vista de una determinada persona. En este caso para los directivos de Parmalat es correcto falsificar los documentos contables como también sería para ellos no participar y declarar la falsificación de dichos documentos. Desde la perspectiva de la Ética del Sentido Común de Badaracco, en el primer caso, tomar la decisión de falsificar los documentos (se sabe que esto fue lo que hicieron) lo toman por correcto al hacer inconscientemente el test del sueño, es decir aquellos que venían haciendo estos movimientos contables no permitidos podían estar tranquilos con su conciencia y, por ende, dormían tranquilamente sin considerar que su decisión era incorrecta, ello se ve plasmado implícitamente en el caso, ya que esta operación lo realizó Calisto Tanzi por 15 años y no el año que se hace público el escándalo. En la segunda postura: declarar la falsificación de los documentos, de igual manera la decisión es correcta, ya que se rige por lo moralmente correcto, es decir, se guía por lo valores que hay en una persona y en la organización para tomar un decisión. Entonces, para los directivos de Parmalat la decisión correcta fue la que realmente tomaron falsificar los documentos contables para enriquecer a los altos funcionarios de la empresa, ello basándose en la ética del sentido común.

La decisión tomada por los ejecutivos de Parmalat, como pudimos ver, tuvo como consecuencia un alcance mayor, es decir, a nivel supra organizacional porque no solo afecto a la empresa a nivel organizacional (empleados, familias de estos, directivos, jefes, gerentes, entre otros), sino que, también, involucró a otros organismos y a terceros ajenos a la empresa. En primer lugar, involucró al gobierno Italiano (al mando de Berlusconi), ya que, a raíz del escándalo de Parmalat, este aprueba con carácter de urgencia un decretó ley en la que se declara brindar ayuda financiera a todas las empresas grandes que se encuentran en insolvencia[1]. En segundo lugar, sienta las bases para que las entidades reguladoras italianas como El Banco de Italia (Banco Central), la CONSOB y el Organismo Italiano de Contabilidad vean sus debilidades y replanteen sus medidas de control hacia la poco rigurosidad con la que veían las cuentas de las empresas grandes, ya que antes de lo sucedido con Parmalat no exigían que estas presenten sus flujos de caja ni las operaciones de sus derivados. En tercer lugar, tuvo repercusiones sobre la credibilidad de la Bolsa de Valores porque permitieron que se cotizarán acciones sobrevaluadas y las respaldaran en lugar de tener un rigurosos control financiero de sus cotizantes. Asimismo, se involucró a los bancos y al sistema financiero italiano, en general, sino que también a bancos extranjeros como el Bank of America, al cual la empresa utilizó para sus fines lucrativos y puso en tela de juicio su reputación, hasta que este salió a desmentir los fondos garantizados por Parmalat en los documentos falsos. De la misma manera, las compañías auditoras fueron duramente criticadas a raíz de los escándalos de Parmalat y Enron por los pocos controles contables que estas venían realizando con las multinacionales a nivel mundial. Tal es el caso de Grant Thornton, la cual tuvo grandes críticas por su participación en el delito cometido por Parmalat. Por otro lado, la imagen de Parmalat como una de las mejores empresas a nivel mundial se desmoronó, lo que le ha costado a Parmalat reconstruir a partir del 2003. Por último, se perjudicó a los inversionistas, quienes prestaron dinero a la compañía a cambio de bonos o quienes adquirían sus acciones confiados en la reputación financiera que trasmitían los bancos.
La decisión tomada por los directivos de Parmalat deja un mensaje para su empresa y otras similares, la cual es que si uno quiere conseguir algo no importa los medios, es decir, si se quiere obtener mayores beneficios financieros la mejor opción de llegar a alcanzarlos es mediante un fraude, dejando en segundo plano a los valores éticos que una empresa debe conservar. Así, también, nos demostró las debilidades de todo el Sistema Financiero no solo en Italia sino en todas las partes del mundo porque Parmalat se encontraba en diferentes países y cotizaba en las diversas bolsas de todo el planeta y ninguna pudo identificar durante 15 años lo que realmente hacía Parmalat contablemente.

[1] http://www.elmundo.es/papel/2003/12/24/economia/1550223.html

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