Descripción del Caso:Los Documentos Contables de Parmalat
El 19 de Diciembre de 2003, Parmalat pasó por uno de los mayores escándalos corporativos de la historia, al descubrirse un agujero financiero de 15,000 millones de euros en sus cuentas (en libros “solo” 7,000 millones de euros).
Esto salio a la luz cuando en Febrero del 2003, el Contador Oficial Ejecutivo Fausto Tonna anunció la emisión de bonos de 500 millones de euros, de los que el presidente ejecutivo y gerente Calisto Tanzi no tenía conocimiento alguno, esto dio lugar que lo despidiera y contratara a Alberto Ferraris. Al momento que Alberto Ferraris tomo posición del nuevo cargo, se dio con la sorpresa que no tenía acceso a algunos libros corporativos que eran manejados por el jefe Financiero Luciano Del Soldato, esto generó sospechas por parte de Ferraris, iniciando investigaciones de la deuda de la empresa que se sospechaba que era el doble de lo reportado.
En Diciembre, Del Soldato, ya no pudo conseguir más dinero del Epicurum Fund para seguir pagando las deudas y bonos, ni de las filiales internacionales que les hicieran mas prestamos. Calisto Tanzi se retiró de ser Presidente de Parmalat, justo cuando el banco de America, banco de Parmalat, mostró un documento donde se demostraba que la empresa tenía más de 3950 millones de euros falsos (cantidad no cierta) en el Banco de Bonlat. Una vez mostrado este documento, unas horas mas tarde fue detenido Calisto Tanzi por fraude.
Enrico Bondi, el administrador especial de Parmalat, enviado por el gobierno de Italia para dirigir las cuentas de la compañía, sostiene que mucha gente sabía o tenía que saber lo que estaba pasando dentro de Parmalat[1], para señalar esto, Bondi ha enjuiciado a varios de los bancos de Parmalat y dos auditoras por un monto de US$ 12 mil millones.
La consecuencia del escándalo hizo que las filiales de Chile y Uruguay emitieran un documento declarándose en incapacidad de pagar sus deudas y por ende a sus proveedores; al mismo tiempo la filial de Brasil se declaro en banca rota. Esto trajo que los bancos intervinieran y tomaran tenencia de los activos fijos de la empresa, para recuperar sus préstamos en los diferentes países donde Parmalat tenía filiales.
Dado el tamaño y la importancia de Parmalat, el gobierno italiano creó en tiempo record una ley especial para que Parmalat evitara enfrentar el proceso de cesación de pagos o quiebra habitual que habría reducido de forma esencial las posibilidades de una restructuración y restablecer la empresa.
Actualmente, Parmalat cuenta con 20000 empleados y un volumen de negocio de 3800 millones de euros. Como consecuencia del escándalo Parmalat decidió retirarse de más de 30 países.
Esto salio a la luz cuando en Febrero del 2003, el Contador Oficial Ejecutivo Fausto Tonna anunció la emisión de bonos de 500 millones de euros, de los que el presidente ejecutivo y gerente Calisto Tanzi no tenía conocimiento alguno, esto dio lugar que lo despidiera y contratara a Alberto Ferraris. Al momento que Alberto Ferraris tomo posición del nuevo cargo, se dio con la sorpresa que no tenía acceso a algunos libros corporativos que eran manejados por el jefe Financiero Luciano Del Soldato, esto generó sospechas por parte de Ferraris, iniciando investigaciones de la deuda de la empresa que se sospechaba que era el doble de lo reportado.
En Diciembre, Del Soldato, ya no pudo conseguir más dinero del Epicurum Fund para seguir pagando las deudas y bonos, ni de las filiales internacionales que les hicieran mas prestamos. Calisto Tanzi se retiró de ser Presidente de Parmalat, justo cuando el banco de America, banco de Parmalat, mostró un documento donde se demostraba que la empresa tenía más de 3950 millones de euros falsos (cantidad no cierta) en el Banco de Bonlat. Una vez mostrado este documento, unas horas mas tarde fue detenido Calisto Tanzi por fraude.
Enrico Bondi, el administrador especial de Parmalat, enviado por el gobierno de Italia para dirigir las cuentas de la compañía, sostiene que mucha gente sabía o tenía que saber lo que estaba pasando dentro de Parmalat[1], para señalar esto, Bondi ha enjuiciado a varios de los bancos de Parmalat y dos auditoras por un monto de US$ 12 mil millones.
La consecuencia del escándalo hizo que las filiales de Chile y Uruguay emitieran un documento declarándose en incapacidad de pagar sus deudas y por ende a sus proveedores; al mismo tiempo la filial de Brasil se declaro en banca rota. Esto trajo que los bancos intervinieran y tomaran tenencia de los activos fijos de la empresa, para recuperar sus préstamos en los diferentes países donde Parmalat tenía filiales.
Dado el tamaño y la importancia de Parmalat, el gobierno italiano creó en tiempo record una ley especial para que Parmalat evitara enfrentar el proceso de cesación de pagos o quiebra habitual que habría reducido de forma esencial las posibilidades de una restructuración y restablecer la empresa.
Actualmente, Parmalat cuenta con 20000 empleados y un volumen de negocio de 3800 millones de euros. Como consecuencia del escándalo Parmalat decidió retirarse de más de 30 países.
En conclusión, se puede decir que la multinacional Italiana Parmalat se suma a la lista de empresas que han pasado por una gestión desastrosa en cuanto al manejo de los documentos contables. Esto se debió al uso de recursos ajenos, los cuales supuestamente iban a ayudar a la empresa a incrementar sus utilidades, pero que lamentablemente no dieron los resultados previstos. Lo más importante es que en todos los casos registrados, el escándalo siempre sale a la luz cuando no hay manera de seguir encubriéndolo y lamentablemente esto puede originar que la empresa quiebre por completo.
En este escenario se observa que los directivos de Parmalat quebrantan completamente los códigos éticos por lo que se rige la sociedad. Del mismo modo, que sus acciones no son éticas no solo porque violan la ley, sino también porque perjudican a un tercero: los accionistas que depositan su confianza en la empresa e invierten en esta. El afán de los ejecutivos de Parmalat por generar más riqueza para satisfacer su bienestar económico, no les dejó ver las consecuencias de sus acciones y no les causó remordimiento violar los valores éticos y los derechos de terceros con el fin de lograr sus objetivos.
La estrategia de sostenibilidad
Se define como sostenibilidad al mantenimiento en el largo plazo de sistemas acordes con el desarrollo ambiental, social y económico.
La empresa Parmalat luego del escándalo financiero sobre los documentos contables falsos que publicó en el 2003 para garantizar fondos y avalar sus emisiones de deuda, está se reestructuró en el 2005 y desde ese año está enfocada en operaciones netamente funcionales. Parmalat ha desarrollado y ha establecido como una de sus estrategias el mayor control financiero a través de la evaluación de auditorías tanto externas como internas con el fin de garantizar el valor real de la empresa y el retorno esperado para los accionistas. En lo ambiental está orientada a la promoción y cuidado del medio ambiente a nivel mundial participa en ferias ecológicas y promueve el reciclaje. Respecto con lo social, fomenta el desarrollo profesional de sus empleados y asociados. Asimismo, está comprometida con las prácticas comerciales éticas, la honestidad, trato justo y el pleno cumplimiento de todas las leyes que la afectan.
Como se puede observar, no solo la empresa Parmalat ha estado involucrada en escándalos relacionados a la ética, está también Enron, Vivendi, Ahold, entre otras. Ello nos lleva a cuestionarnos si las grandes empresas, apoyadas por instituciones reguladoras, pueden pisar los derechos y los valores fundamentales de la sociedad como el respeto, la honestidad y la transparencia y, por lo tanto, actuar de una manera no ética e individualista, con el fin de obtener ganancias económicas a cualquier medio sin tener en cuenta a los demás. Cuestionamientos similares empezaron a cambiar las normas y las direcciones de las empresas a estar más reguladas para evitar estos actos y sus consecuencias en la sociedad. Tal es así que las empresas como Parmalat están cambiando sus códigos de ética para ser más sostenibles en el mercado y que sus acciones garanticen el bienestar económico de todos sus participantes, es decir, desde el más alto cargo hasta el puesto más bajo.
[1] The Economist
En este escenario se observa que los directivos de Parmalat quebrantan completamente los códigos éticos por lo que se rige la sociedad. Del mismo modo, que sus acciones no son éticas no solo porque violan la ley, sino también porque perjudican a un tercero: los accionistas que depositan su confianza en la empresa e invierten en esta. El afán de los ejecutivos de Parmalat por generar más riqueza para satisfacer su bienestar económico, no les dejó ver las consecuencias de sus acciones y no les causó remordimiento violar los valores éticos y los derechos de terceros con el fin de lograr sus objetivos.
La estrategia de sostenibilidad
Se define como sostenibilidad al mantenimiento en el largo plazo de sistemas acordes con el desarrollo ambiental, social y económico.
La empresa Parmalat luego del escándalo financiero sobre los documentos contables falsos que publicó en el 2003 para garantizar fondos y avalar sus emisiones de deuda, está se reestructuró en el 2005 y desde ese año está enfocada en operaciones netamente funcionales. Parmalat ha desarrollado y ha establecido como una de sus estrategias el mayor control financiero a través de la evaluación de auditorías tanto externas como internas con el fin de garantizar el valor real de la empresa y el retorno esperado para los accionistas. En lo ambiental está orientada a la promoción y cuidado del medio ambiente a nivel mundial participa en ferias ecológicas y promueve el reciclaje. Respecto con lo social, fomenta el desarrollo profesional de sus empleados y asociados. Asimismo, está comprometida con las prácticas comerciales éticas, la honestidad, trato justo y el pleno cumplimiento de todas las leyes que la afectan.
Como se puede observar, no solo la empresa Parmalat ha estado involucrada en escándalos relacionados a la ética, está también Enron, Vivendi, Ahold, entre otras. Ello nos lleva a cuestionarnos si las grandes empresas, apoyadas por instituciones reguladoras, pueden pisar los derechos y los valores fundamentales de la sociedad como el respeto, la honestidad y la transparencia y, por lo tanto, actuar de una manera no ética e individualista, con el fin de obtener ganancias económicas a cualquier medio sin tener en cuenta a los demás. Cuestionamientos similares empezaron a cambiar las normas y las direcciones de las empresas a estar más reguladas para evitar estos actos y sus consecuencias en la sociedad. Tal es así que las empresas como Parmalat están cambiando sus códigos de ética para ser más sostenibles en el mercado y que sus acciones garanticen el bienestar económico de todos sus participantes, es decir, desde el más alto cargo hasta el puesto más bajo.
[1] The Economist
Bibliografía:
No hay comentarios:
Publicar un comentario